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El futuro será circular. Con esta idea es cómo se levanta todos los días José Ferrer, un mexicano emprendedor, que cree fielmente que necesitamos cuestionar cosas que vemos normales, pero no están bien. “Basta con observar nuestro entorno y cuestionar la necesidad de un nuevo orden”, cuenta José después de preguntarle cómo surge la idea de Desplastifícate, su empresa de productos de limpieza biodegradables que cumple con el modelo del futuro, la economía circular.
Después de preocuparse por la tendencia familiar de contraer cáncer, José comenzó a investigar posibles causas. Para su sorpresa, una de ellas son las sustancias cancerígenas que contienen los productos, especialmente los de limpieza. Comenta que: “Jamás me imaginé que empresas importantes como multinacionales permitieran que sus productos contengan sustancias tan dañinas.” Así es como cuestionando lo que nos parece normal, como es un jabón de trastes pero que en su etiqueta faltan los nombres de las sustancias tóxicas, hizo que José dejara su trabajo para emprender y vender productos ecológicos y sanos para las personas.
La economía circular, más allá de vender productos ecológicos, debe cumplir con un proceso mucho más elaborado y complejo. Así, esta teoría propone cambios desde la raíz de la producción, enfocándose en la sustentabilidad y consecuentemente en el mejoramiento de la sociedad al brindar más oportunidades de trabajo, mejor calidad de vida y crecimiento económico.
La economía circular, junto con otros modelos similares como la economía verde, la economía del compartir, el decrecimiento y más son los nuevos sistemas propuestos como solución al capitalismo y socialismo.
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El fracaso del modelo infranqueable
Un coche pasa el 92% de su vida útil estacionado, las oficinas se utilizan solamente de un 30-50% de lo que se podrían usar y se desperdicia hasta un 31% de la comida producida mundialmente. La Fundación Ellen McArthur reporta estos datos para demostrar que los recursos no están siendo aprovechados eficazmente.
En la actualidad, el modelo económico que rige se conoce como modelo lineal. La Organización de Naciones Unidas indica que el modelo ha sido rebasado, pues consiste en extraer materiales de la tierra, producir, vender y tirar.
De esta forma, los recursos solo se aprovechan una vez y el alto costo económico y ecológico de extraer recursos no renovables de la tierra, genera consecuencias sociales y ambientales.
Por otro lado, el alto desperdicio ha ocasionado contaminación, agotamiento de recursos, degradación de la tierra, pérdida de biodiversidad, extinción de las especies y el aumento acelerado del cambio climático.
Emma Ruiz Velasco, maestra en Ciencias Ambientales y Tratamiento de Aguas, se dedica a estudiar cómo es que la mayoría de las medicinas nunca se degradan en el ambiente. A través de nuestros desechos, quedan moléculas de la medicina que ninguna planta de tratamiento de agua puede eliminar, ocasionando que la sustancia activa del medicamento regrese a los ríos y océanos. India pasa por una grave crisis de salud como consecuencia del alto consumo del diclofenaco, una medicina que jamás se degrada.
Al no poder degradar esta molécula, el diclofenaco regresa a los ríos donde peces, aves, carroñeros y demás animales de la cadena alimenticia se mueren. Esto llega a las ciudades donde como consecuencia por el aumento de mortalidad animal se ha incremento el número de ratas y perros callejeros.
Así, India tiene altos índices de rabia, solamente por la contaminación de una pastilla que le cuesta la vida a 20,000 personas anualmente.
¿Qué es la economía circular?
En el futuro, la basura ya no se verá como un desperdicio sino como una oportunidad de negocio. El objetivo de la economía circular es hacer un cambio de paradigma y hacer la transición de la cultura del descarte a una cultura sustentable.
Para lograr esto, se necesita que todos los recursos se aprovechen al máximo y se reduzca la cantidad de desperdicios. La economía circular propone que todos los productos se compartan, arreglen, redistribuyan, reestructuren, restauren, se mantengan, re manufacturen y se reciclen antes de convertirse en desperdicio. Con ello, se puede generar empleos, crecimiento económico, mejorar el medio ambiente y aprovechar las nuevas tecnologías.
La economía circular, aunque su nombre lo indique, no es una cadena completamente cerrada donde no se genera ningún desperdicio. Su objetivo es reducirlos al máximo implementando varios procesos antes de que sea necesario deshacerse del material.
La Fundación Ellen McArthur ha identificado seis acciones que los países pueden aplicar para lograr una transición rápida y segura. El análisis es llamado RESOLVE y consiste en: regenerar, usando energías renovables; compartir, al usar bienes de segunda mano o renta; optimizar, al maximizar la vida de los aparatos; virtualizar, a través de la desmaterialización y aplicación de la tecnología; e intercambiar, usando materiales más avanzados, renovables o biodegradables.
Por qué no se acelera la transición a la economía circular
La teoría del modelo circular parece resolver las principales problemáticas sociales, económicas y ambientales de la actualidad, sin embargo, existen modelos previos a éste desde la década de los 70.
Eso hace dudar sobre la posible implementación del modelo a nivel mundial. Aunque hay muchas iniciativas por parte de diferentes actores como gobiernos y la ONU para apoyarlo, todavía no logra popularizarse. Principalmente, existen dos razones por las cuales el modelo no logra ser implementado: los intereses particulares y el largo proceso de cambio.
Por un lado, los intereses particulares de organizaciones, empresas, gobiernos y personas opacan el éxito del modelo. El doctor en Historia Económica, Francisco Vidal, explica que: “Si no hay legislaciones que obliguen a las empresas y gobiernos a cambiar, difícilmente lo harán por voluntad propia. Las reformas necesitan apoyar a la tecnología e innovación más allá de esos intereses.”
Además, la planeación social necesitaría cambiar, retando al capitalismo y consumismo actual. Históricamente, eso significa un gran desafío al optar por cambiar un sistema implementado desde el siglo XVIII. “Esta economía es absolutamente destructiva. Se vive en esa contradicción, la economía capitalista se construye y se destruye, pero la destrucción que hace el hombre es muy fuerte. Este mundo se tiene que organizar diferente, pero faltan varias generaciones para que suceda”, declara el Dr. Francisco Vidal.
Como analiza el Dr. Vidal, el hombre necesita hacer un uso racional de los recursos. No es necesario que los países en desarrollo sigan el mismo camino que las potencias mundiales, ya que se necesita redefinir lo que se entiende por desarrollo. “Si se mide el desarrollo a través del consumo, jamás se igualará. Hay que plantear el desarrollo en consonancia con la naturaleza. Tener lo mínimo necesario o un poco más, pero significa un desarrollo diferente y más humano”, explica.
También, un factor importante es la educación y el conocimiento sobre la problemática ambiental, así como del modelo circular. Todavía hay personas que creen que el cambio climático es un invento. “Vivimos en una economía desperdiciadora y lo que más desperdiciamos es el ser humano. El talento, la fuerza humana, la educación”, explica el Dr. Vidal y enfatiza que, si se aprovecha la educación sobre los beneficios de una vida sustentable, cualquier cambio teórico económico que le falte al modelo se le puede agregar con mayor facilidad.
Por otro lado, se necesitan nuevas ideas para crear diferentes procesos y modelos de negocio. José Ferrer cuenta que el principal reto de Desplastifícate es continuar creciendo, pero respetando la misma dinámica: “Expandirse al resto del país implica nuevas formas de hacer las cosas. Hemos pensado crecer, pero antes necesitamos solucionar diferentes problemáticas. Por ejemplo, en qué recipiente transportar los productos ya que utilizamos envases de vidrio y eso complica la logística”, explica.
Además, se necesita tiempo y nuevas estrategias para lograr ciertos objetivos. Esta es una de las razones por las que la economía circular crece poco, pues requiere un proceso largo con varias consideraciones y nuevas formas de pensar las cosas.
También se critica que el modelo solo funciona para Pymes con modelos más artesanales. Sin embargo, Desplastifícate se encuentra entre lo que se conoce como un proceso artesanal e industrial, siendo el perfecto equilibrio para mantener la calidad y la alta producción.
Además, la economía circular no es excluyente de multinacionales. Un ejemplo es la empresa italiana de energía Enel, una de las empresas más reconocidas de energía sustentable, de acuerdo al Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero y ahora fiel al modelo.
Con sede en más de 20 países, incluyendo México, se enfocan en crear procesos 100% sustentables, desde la elaboración de sus productos aumentando su ciclo de vida, hasta la construcción, transportación e instalación.
“Es un proceso. Lo natural es que las empresas inicien con temas filantrópicos, después, que se involucren en la responsabilidad social corporativa y, en tercer lugar, emigren hacia la sustentabilidad, donde las empresas apoyarán las causas que por la naturaleza de su negocio se tienen que hacer responsable”, explica Montserrat Palomar, Gerente de Sustentabilidad en Enel México.
México frente a la sustentabilidad
Enel ha logrado implementar el modelo en México, aunque es un país que no se caracteriza por su avance hacia la sustentabilidad. Montserrat cuenta que lo destacable del éxito de Enel es planear estrategias para cada una de sus acciones tomando en cuenta su entorno local.
Un ejemplo es cómo la única forma de transportar los paneles solares de forma segura y lo más sustentable posible es utilizando grandes cantidades de madera. Enel planeó unir a más socios a su proceso y hacer convenios con las poblaciones en donde se instalan los paneles para que ellos le den una segunda vida a la madera. Con ella arreglan sus casas o venden productos, lo cual ayuda a la economía de la comunidad.
“Enel ha sabido tener un gobierno corporativo con políticas e instrucciones operativas fuertes que sostengan la estrategia y que por otro lado se acompañe la actuación de forma local. Es un proceso vivo. Todo se va construyendo en medida que la gente propone”, afirma Montserrat Palomar.
“Somos un país privilegiado en recursos eólicos, solares y en biodiversidad. Al ver qué oportunidades tiene el mundo de generar y preservar los recursos, nos convertimos en protagonistas del mapa”, concluye Montserrat muy optimista por el camino que tanto empresas como individuos pueden tomar para el mejoramiento sustentable. “Es necesario ver cómo colaborar de manera global desde aspectos cotidianos y así impactar en procesos globales.”
De acuerdo a la ONU, la economía circular desafía el estilo de vida contemporáneo, al brindar una alternativa integral para el problema más grave que se ha enfrentado el ser humano en su historia.
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